Por Lorena Sciorilli
El gobierno de Barack Obama abrió la polémica nuevamente acerca de la inmigración ilegal, ya que en los últimos días se dio a conocer la ley que adoptó el estado de Arizona, que permite detener a cualquier persona por la simple razón de ser sospechosa.
Obama aseguró que habrá más controles en la frontera de México con la presencia de más de mil soldados de la Guardia Nacional con el objetivo de mejorar la seguridad en la zona. A pesar de la gran preocupación que tiene por aquellos indocumentados o por el narcotráfico de drogas que pasan en la frontera, el mismo Jefe de Estado reconoció y cuestiono el que el actuar de la gobernadora de Arizona, Jan Brewer no fue el adecuado.
Año tras año mueren centenares de latinoamericanos, quienes intentan de distintas maneras ingresar a los Estados Unidos en busca de un fututo mejor del que tienen en su tierra. Pero del otro lado de la línea divisoria los esperan en vigilia oficiales estadounidenses que recorren el área a través de vehículos terrestres y helicoptéros.
En los últimos años la expansión del muro que construyó el país de Obama en 1994, tuvo como objetivo prohibir el acceso a aquellas personas que pretendían día tras día cruzar del otro lado sin importarle las consecuencias. La expansión del murallón atraviesa los estados de Texas, Nueva Mexico y Arizona.
El presidente norteamericano prometió en plena campaña electoral defender los derechos de los latinoamericanos , hoy se encuentra con un gran repudio por parte de ellos y con masivas manifestaciones en distintos puntos del país.
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