jueves, 6 de mayo de 2010

Paraguay: el análisis del conflicto con el Ejército del Pueblo

Por Luciano Cogoma


Más de 3000 efectivos, entre policías, soldados y tropas de elite, la declaración de Estado de Excepción en los departamentos de Concepción, San Pedro, Amambay, Presidente Hayes y Alto Paraguay, y un aparato propagandístico son los pilares del plan puesto en práctica por el Gobierno de Paraguay para combatir al monstruo que representa una organización paramilitar, de la cual se estima que no supera los 40 miembros, autodenominada Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).


La estrategia que impulsó el presidente, Fernando Lugo, parece exagerada si se tiene en cuenta el tamaño del enemigo. Con el agravado de que habiéndo pasado dos semanas sin ningún resultado positivo todo demuestra la fragilidad de un Gobierno que al darle la dimensión que le otorgó solo logro que el enemigo se agrande e idealice como un contrincante de gran poderío.

Diferentes artículos de la prensa paraguaya advierten sobre la posibilidad de que el conflicto se le esté desbordando al Gobierno, lo que deja en claro el paso en falso que está significando la estrategia oficial.

Advertencia: Estado de Excepción

La decisión, de este gobierno progresista, de instalar el Estado de Excepción en las regiones del centro y noreste del país provoca el rechazo y la desconfianza de los ciudadanos por los excesos que la fuerzas de seguridad tienen avalados desde el momento en que los derechos de los pobladores, en su mayoría campesinos de clase baja, se ven cercenados.

A pesar de que el presidente Lugo prometió que los derechos humanos serán respetados, en un artículo escrito por Pablo Biffi, para Clarín, se destacan dos declaraciones que avalan los cuestionamientos sobre la medida de emergencia. "La población no confía en la policía, tienen una larga lista de denuncias por violaciones a los ddhh contra campesinos detenidos", explicó Rosa María Rojas, Defensora del Pueblo del departamento de Concepción; y otra, de Asunción Duarte, miembro de la Organización Campesina del Norte, en donde advierte que: "La policía nos hostiga y nos persigue, ahora será peor".

Punto de inflexión

El episodio que desencadenó en esta situación fue el intento frustrado de secuestro de un empresario ganadero, en Arroyito, Concepción, en el cual fueron asesinados 3 guardias de seguridad y un policía que custodiaban el establecimiento.

Antecedentes del EPP

Esta organización, que según las autoridades oficiales paraguayas es entrenada y cuenta con el apoyo logístico por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas, ya había cometido otras operaciones desde su nacimiento en marzo del 2008.

A días de su creación realizaron el primer golpe, en el departamento de Concepción, incendiando la maquinaria agrícola del empresario sojero brasileño Nabort Boht. En julio del mismo año secuestraron al ganadero Luis Lindstron, quien fuera liberado un mes y medio después previo pago de 300 mil dólares. Antes de terminar 2008, en diciembre asaltaron e incendiaron instalaciones militares en Tacuarí.

En abril de 2009 el EPP penetró en la capital, Asunción, al atribuirse la colocación de una bomba en el Palacio de Justicia paraguayo, que fue descubierta antes de explotar. Por último, previo al episodio en Arroyito, nuevamente actuaron en Concepción. En octubre otro empresario de la ganadería, Fidel Zavala Serrati, fue secuestrado. En enero de 2010 se lo liberó después de que la familia repartiera carne a comunidades carenciadas, en una medida que fácilmente podría tildarse de demagoga y con el objetivo claro de ganar popularidad entre la clase empobrecida, dominante en el país guaraní.

Miembros de este grupo, que se declara fiel a los ideales marxistas, leninistas y guevaristas, han militado en el partido político Patria Grande, movimiento al que se lo vincula con el secuestro y posterior asesinato en 2004 de la hija del ex presidente Raúl Cubas Grau.

Según comunicados trascendidos por la organización, la meta es instaurar un régimen comunista, promover una reforma agraria (prometida por Lugo en su campaña presidencial, pero nunca llevada a cabo) y terminar con la oligarquía en Paraguay.

Zona de conflicto

El escenario es particularmente conflictivo, en donde se pueden enumerar demasiadas variables detonantes: mafias narcotraficantes que manejan el cultivo y contrabando principalmente de marihuana (según el World Drug Report, de la Organización de Naciones Unidas, Paraguay es el segundo mayor productor mundial). Frágiles fronteras con Brasil y Bolivia. Enfrentamientos entre fuerzas de seguridad fronterizas (según un artículo de Folha do Sao Paulo, hubieron más de 20 enfrentamientos entre la Policía Federal de Brasil y la Armada Paraguaya en ocasiones en que ésta última intentaba proteger a narcotraficantes que cruzaban de la paraguaya Ciudad del Este hacia la brasileña Foz do Iguazu). Grandes latifundistas ricos concentrados, contrastando con cantidades de campesinos empobrecidos, explotados y perseguidos...

Obviamente la ausencia del Estado.

El diablo mete la cola

Por último, y para agregarle el condimento especial a este brebaje, no podía faltar la sombra de los Estados Unidos de Norteamérica.

La Agencia Periodística del Mercosur plantea la sospecha de que "la operación EPP podría ser una nueva creación táctica de Washington para involucrarse militarmente en zonas de abundantes recursos como ya lo hizo en Colombia".

Para no pecar de escepticismo, solamente se destacará que el ministro de interior paraguayo, Rafael Filizzola declaró que "el operativo anexará a miembros antiterroristas, quienes cuentan con equipamiento de alta tecnología otorgados por la embajada de Estados Unidos"; y que el periódico La Nación de Paraguay publicó declaraciones de Lillana Ayalde, embajadora estadounidense, quien reveló que "espera la autorización de las fuerzas armadas para la presencia de los militares norteamericanos en el departamento de Concepción" en el marco, claro, de asistencia humanitaria, luego de un "pedido de ayuda del presidente Lugo al país del norte, para revertir la ausencia de su Estado en el norte del país".

1 comentario:

Magalí Forciniti dijo...

Lucher, acabo de leer tu nota.
Es larguíííííííííísima, pero está buena.
Consejo de amiga: más cortas porque bini te va a matar jaja
te quiero loco
M