miércoles, 9 de junio de 2010

Crítica literaria: El utópico Sueño de un ingenuo Bolívar

Por Luciano Cogoma “El viraje a la izquierda de la región sigue brindando una oportunidad histórica sin precedentes de ver encarnarse en la realidad el sueño de unidad de Simón Bolívar”, sostiene el analista político y periodista franco-argelino Marc Saint-Upéry en su best-seller El Sueño de Bolívar, el desafío de las izquierdas sudamericanas.

Saint-Upéry, quien trabajó para revistas como Mouvements Politis, Vacarme y Le Monde Diplomatique, entre otras, realizó una investigación que pretendió ser demasiado ambiciosa y que al querer abarcar el gran fenómeno del nuevo socialismo y progresismo en Sudamérica eligió focalizar su análisis en Brasil, Venezuela y Argentina, descuidando fenómenos importantes para la región que se suscitaron en otras naciones del cono sur.

Con esta situación, el libro ostenta en su título una expectativa que no llega a ser satisfecha. Además, el autor admite no poder despegarse de su ideología y peca de exceso de subjetividad dándole una mirada poco crítica a los regímenes: “Me considero un militante de izquierdas, y no habría iniciado esta investigación si no lo fuera”.

La imagen es nítida, y Saint-Upéry quiere dejar claro con innumerables cifras cuál socialismo es el bueno y cuál es el malo. Llega a enaltecer a Luiz Inácio Lula Da Silva, y se muestra más bien escéptico de Hugo Chávez Frías y Néstor Kirchner.

También es claro y reprochable como el autor expone a movimientos sociales, como las asambleas populares argentinas de diciembre de 2001, como fenómenos turísticamente exóticos, que teniendo un mayor bagaje de la historia política de cada región podría haberlo analizado con más propiedad.

“A los pueblos de Sudamérica no les queda más que demostrar que poseen suficiente madurez para construir la Patria Grande que sus representantes invocan hace dos siglos”, ratifica Saint-Upéry en otro pasaje de El Sueño de Bolívar. Pero el accionar de los gobernantes aleja cada vez más el objetivo de lograr un gran bloque sudamericano.

Conclusión

La falta de un organismo serio, fuerte y común para que la región se pare ante las potencias mundiales crea un debilitamiento. De esta manera entran en escena ejes como la Alianza Bolivariana para las Américas, de matiz más intransigente, y en continua tensión con el bloque formado por Colombia y Estados Unidos, con la intermitente posición de Perú, además la Unión de Naciones Suramericanas, en donde Brasil pugna por ser el líder de la región y hasta llegar al Mercado Común del Sur, relegado y reticente a incluir a Venezuela.

Estas desconexiones entre los gobiernos, sumado a episodios como el en que Colombia permite instalar bases militares estadounidense en  su tierra, con repercusiones de todo tipo desde los distintos bloques y países de la región, hacen ver a Saint-Upéry como demasiado optimista, un total ingenuo o un desconocedor de la situación real cuando describe posible la utopía de una gran patria sudamericana.

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