lunes, 21 de junio de 2010

Jugando al Estanciero

Enormes superficies de África han sido adquiridas por multinacionales, y así es que plantaciones de monocultivos exclusivamente para exportación han copado el suelo africano.

El cultivo de materias primas, que luego serán llevadas para ser industrializadas a Europa, se ha convertido en una nueva forma de esclavitud económica.

Corrupción, indignación y más indignación

Un claro ejemplo es el caso Daewo en Madagascar, empresa surcoreana que compró el 40 por ciento de la tierra fértil del país para producir granos a través de una semilla transgénica. Cabe destacar que Madagascar importa alimentos, cuando dispone de los recursos para producirlos, y que el 70 % de su población se encuentra desnutrida.


Negocio redondo

La dependencia es tal que las semillas que se siembran en la región son proporcionadas por las multinacionales y transgénicas, lo que ha provocado un desastre natural haciendo desaparecer la amplia gama de cultivos autóctonos por su concepción génetica que produce la infertilidad del suelo, y obligan a los agricultores a esperar cada año a que los barcos traigan las nuevas semillas.

Otra de las formas de explotar el suelo africano es a través de favores a los gobiernos de turno. Es el caso de la empresa francesa de energía nuclear Areva, que se ofreció a luchar contra los rebeldes de Tuareg en Niger a cambio de la cesión para explotar un yacimiento de uranio. Este acuerdo le dará a la empresa dos tercios de las ganancias por lo extraído, mientras solo un tercio recibirá el Estado nigerino, según publicó el medio Rebelión.

También China está penetrando en suelo africano, y así es que en los últimos años invirtió más dólares que todos los países del G8 juntos, y los acuerdos económicos alcanzaron niveles record en 2008 con 80 mil millones de euros. La perspectiva del gigante asiático también incluye presencia militar e influencia política. Por citar un caso, influyó para que el Dalai Lama no pueda ingresar a Sudáfrica, y restringe sus inversiones a los países que reconocen a Taiwán.

Según otro documento, la repartija de tierras africanas es la moda: Casplex Company ha comprado 15mil hectáreas para cultivar yuca para etanol y Hagen & Co Engineering otro tanto, en el delta del Niger para agrocombustible. Además, Food for all International, Centre por Jatropha y Global Biofuels Limited también están posicionándose para producir alimentos y agrocombustibles para exportación.


La lista sigue y amenaza con quebrantar las soberanías de los países para fundar en lugar de naciones unos cuantos territorios multinacionales.

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