lunes, 21 de junio de 2010

Combustión étnica-religiosa en Asia


Los ataques con los que la etnia kirguiza asedió a la minoría uzbeka durante las últimas semanas, nos obliga a hacer un repaso por los conflictos que generan los fundamentalismos raciales en Asia.



Choque en China

El continente asiático convive con este tipo de conflictos a diario. En 2009, musulmanes separatistas de la etnia Uigure se enfrentaron a sus coterráneos Han (minoritarios en la región, pero mayoritarios en China). Según cifras oficiales 160 personas murieron en los choques producidos en la provincia de Xinjang. Este hecho coincidió con el aniversario 60 del desembarco del comunismo en la zona, que produjo la inmigración de pobladores de otros puntos del país, desplazando a los uigures a un segundo nivel en la escala social en la región.

Estos episodios acarrearon una fuerte represión desde el Estado Mayor en Beijing, alentando las divisiones y agravando el conflicto.


Con la fé en la mira

Pertenecer a la minoría cristiana en el continente es peligroso. Si bien la mayoría de los asiáticos con creencias en otras religiones convive en paz, existen fundamentalistas que cegados por un discurso tergiversado se avalan en su fé para intentar aniquilar a quienes no piensan igual.

Tanto en Palestina, China como en Pakistán se han registrado atentados a las comunidades cristianas.

Pero el caso de mayor complejidad se vive en India, en donde la mayoría Hindú está enfrentada con la población musulmán (que se estima en 150 millones), y ambas mantienen conflictos con la minoría cristiana (que representa el 2% de los más de 1100 millones de personas que viven en el país).


Con intereses ocultos

El caso de kirguistán posee componentes e intereses políticos que hacen aún más difícil de interpretar. En abril el ex presidente Kurmanbek Bakiyev fue derrocado y tuvo que huir hacia el exilio, dejando paso a un gobierno provisional de oposición que propuso reformar la constitución a través de un referndum a fin de junio.

La sombra de Bakiyev para comprender la persecución de los kirguizes a la minoría uzbeka (teniendo hasta el momento un saldo oficial de más 200 muertos, 400 mil refugiados y al menos 1 millón de personas en emergencia de asistencia humanitaria, según datos de la Organización de Naciones Unidas). El ex primer mandatario es sospechado de alentar este conflicto para desestabilizar al gobierno provisional, frustrar la consulta popular y continuar con sus aspiraciones de retomar el poder.

Divide y reinarás

Tanto el conflicto en kirguistán como en India parten de la lógica colonialista o imperialista basada en el "Divide y reinarás".

Luego de que la corona británica sucumbiera al control ante los movimientos independistas en Asia del Índico, las delimitaciones intencionadas crearon estados con la pluralidad étnica necesaria para que existiera la inestabilidad permanente por la que necesitarán de ellos y pudieran seguir dominando la región sin la responsabilidad directa.

En el pequeuño país del centro asiático se utilizó una similar estrategia luego de la caída del régimen soviético, mezclando etnias rivales como la uzbeka y la kirguiza, obteniendo un territorio endeble que necesite de las potencias para lograr un cierto orden, y ejemplo de esto son las bases militares que tanto Estados Unidos como Rusia tienen emplazadas en Kirguistán.

No hay comentarios: